San Bartolo exigía un puñal de oro para permanecer en la iglesia. Se cuenta que varias veces San Bartolo fue “secuestrado” y aparecía en el poblado de Neyba, pero otras tantas veces el santo “aparecía” en la Cueva. Este lugar ha sido desde hace mucho tiempo un espacio para esparcimiento espiritual de la comunidad de El Peñón.
San Bartolo exigía un puñal de oro para quedarse, este puñal de oro le fue ofrecido en Neyba y hasta el sol de hoy, no se ha podido volver a ver a San Bartolo por estos predios, sin embargo a la cueva le ha quedado su nombre como recuerdo de su estadía en el lugar.
Si usted viene al Sendero Ecoturístico Barrancolí, en la Laguna Cabral, el primer punto a visitar es la Iglesia o Cueva de San Bartolo, le sugerimos que se deje envolver por la suave brisa del lugar, es el aliento de San Bartolo.
San Bartolo exigía un puñal de oro para quedarse, este puñal de oro le fue ofrecido en Neyba y hasta el sol de hoy, no se ha podido volver a ver a San Bartolo por estos predios, sin embargo a la cueva le ha quedado su nombre como recuerdo de su estadía en el lugar.
Si usted viene al Sendero Ecoturístico Barrancolí, en la Laguna Cabral, el primer punto a visitar es la Iglesia o Cueva de San Bartolo, le sugerimos que se deje envolver por la suave brisa del lugar, es el aliento de San Bartolo.